Adivinanza

Pongamos un poco de humor entre tanto ceño fruncido: Adivinen en qué se parecen las declaraciones del filósofo mediático de cabecera, que pueden degustarse en la pelí­cula que cierra este post (y acompañarse con la respuesta del periodista Daniel Capalbo) y el fragmento de las Necesarias reflexiones crí­ticas frente al uso (y abuso) de la Web 2.0 en la educación, con que la Dra. Beatriz Fainholc inauguró las recientes Segundas Jornadas de Educación a Distancia USAL:

[…] A propósito de estos temas, habrí­a que recordar que una red para que sea poderosa deberí­a presentar ciertos prerrequisitos o poseer claves, tales como: gente relevante que se contacta como participantes (en número e interacción prudencial y no multitudinaria), con las necesarias competencias especí­ficas desarrolladas y con consenso respecto de los objetivos claramente establecidos, porque todos tienen información acerca de lo que implica involucrarse en una red, es decir, con fortaleza en sus relaciones sociales y de gran respeto a la diversidad. Con lo que se entiende que no cualquier red sirve y menos produce creativamente procesos y productos.[…]

 

 

Si no se les ocurre la respuesta, les dejo una (posible) aquí