Borrar escribiendo más

El habla —decía Roland Barthes— es la única forma del lenguaje en donde, para borrar hay que agregar más habla.

Claro que él jamás imaginó que pudiera llegar a existir algo así­ como el mail o como cualquiera de los dispositivos de microblogging.

Mandale por whatsapp un mensaje de amor (que era para tu pareja), a un cliente. Mandale un mail a tu operador turí­stico, que te consulta por una reserva, diciendo: este tipo ya me tiene podrido con tantas preguntas, pero con la dirección del que pregunta, en lugar de la de tu operador turí­stico. Mandale un relato crudo, en 140 caracteres, sobre tu furiosa noche de amor, a un amigo; pero poniendo la dirección de publicar el twit en la plataforma de transmisión, durante el partido… Y después contame la cantidad de caracteres que necesitaste escribir para borrar…

Aunque de algunos lugares —dicen— ya nunca se vuelve.

La pelí­cula Cheff, cuenta la historia de un tropiezo en este sentido, que permite organizar luego la trama.

 

Me hubiera gustado acompañar esta reflexión al paso con la cita original. Pero se me borraron todos los apuntes.