¿Cuándo sabes que sabes?

 
Este video me interroga sobre la pregunta del tí­tulo: ¿se puede dibujar así­ sin prefigurar antes exactamente lo que se va a hacer? Lo de la exactitud viene a cuento porque hay un par de momentos donde la artista denota que ve la imagen organizada a partir de un eje de simetrí­a y ejecuta así­, dibuja como ambidiestra. Como si descorriera el velo que oculta una imagen que ella sabe, está detrás.

El manejo que tiene del campo del cuadro tiene que ver con eso. Puede apropiarse de él cartesianamente, pero también en capas de profundidad, porque sabe acerca de lo que va a hacer. De ese saber proviene la técnica que le permite intervenir limpiamente sobre un material tan susceptible como el polvo. Pero también la construcción de la técnica le ha aportado conocimiento acerca del objeto de su arte. Aquello de que la repetición es la madre de la habilidad. Y no hay pasaje a la ejecución (y mucho menos a la repetición sistemática) si no se ha instalado previamente en el sujeto la creencia de que aquello es un objetivo alcanzable. Y vuelta a la prefiguración, a las representaciones.

En medio de la deslumbrante irrupción de la tecnología en nuestra cultura, escuchamos hablar a menudo de la brecha digital o de nativos e inmigrantes digitales y se nos escapa a veces que la verdadera brecha que se está produciendo es lingüí­stica y tiene que ver con la progresiva incapacidad que vamos consiguiendo como sociedad para construir representaciones en cualquiera de sus variantes: prefiguraciones, proyectos, sueños, objetivos.

No enseñamos a soñar, preparamos a nuestros pibes para que vayan a emplearse. Eso, pareciera que les decimos, se parece bastante a la felicidad. Acometer las andanzas que nos pongan en el camino de perseguir nuestros sueños lo vemos como algo demasiado complicado. Será para otros. También les transmitimos ese peso a nuestros hijos.

La larga mano del mercado se ha metido de tal manera en nuestras vidas que solamente queremos ser servidos. Casualmente eso es lo que espera el mercado de los consumidores. No importa si saben que saben o no. Lo importante es que deseen tener, y crean que con eso alcanza.