Ecos del Rosario Blog Day [4]

Algunas cosas que me quedaron resonando.

De la mesa dedicada a Los medios de comunicación en la era de la participación, en la que expusieron Nerina Sturgeon de Crí­tica Digital, Fernando Arocena de de Punto a Punto blog, Iván Adaime del Grupo Revistas de La Nación y Damián Scwartzein de Rosario3.com; me quedaron resonando las palabras de Iván: Ya se lee mucho más on line que en las versiones de papel. Los medios están asustados, no quieren ser las próximas compañí­as discográficas. Lo que hacemos es buscar, sin tener demasiado en claro para dónde se resolverá el rumbo.

Este me parece que es el mejor resumen de la cuestión de fondo que plantean las herramientas 2.0 superponiéndose con el paradigma dominante en los medios: información vertical descendente, versus información distribuida, enlace y construcción colectiva.

Otro tema interesante es el de abrir o no los comentarios a los lectores y cómo manejar esta cuestión. Creo que no es menor, aunque el rumbo que tome seguramente estará subordinado a cómo vaya resolviéndose la cuestión de fondo.

Lo positivo que tiene la intervención directa de los lectores es que eso permite a los medios usufructuar de una suerte de corresponsalí­a popular distribuida a la que normalmente se la etiqueta como periodismo ciudadano y que no podrí­an cubrir si solamente se manejaran con su propia estructura. Lo negativo es que lo que escribe la gente, no siempre es del agrado de los dueños de esos medios.

Aunque son atendibles las razones de los partidarios de una y otra polí­tica, me quedó una pregunta casi de corte sociológico:

Si una de las funciones reivindicadas por los propietarios de los medios de información es la de formar opinión en su audiencia ¿no es lí­cito pensar que los excesos y la ira que se percibe en la gente a través de los comentarios, tiene raíces implicadas con la propia historia de los medios en nuestro paí­s y con el débil desarrollo que ha tenido la democracia (frágil, débil, de baja intensidad — en palabras de intendente de Rosario en su intervención inicial — donde la participación y el compromiso ciudadano en general queda reducido exclusivamente al acto electoral cada dos años)?

Si se acepta esto ¿no tienen aquí­?­ los medios electrónicos una inmejorable oportunidad para aportar al fortalecimiento de las prácticas democráticas sosteniendo el espacio de participación, aun cuando lo que se diga allí­ les resulte incómodo?