Muchos Rosario Blog Day

Los posteos Pvncho y de Julia sobre el Rosario Blog Day me permitieron ponerle palabras a una sensación que empezó a aparecer en mi pensamiento el lunes a la mañana, conversando con Juan Carlos por el msn:

Pvncho dice en sus conclusiones: todaví­a se puede notar que en la ciudad el interés por la web 2.0 recién esté naciendo.

Julia Gutierrez, en la suya, le asigna al RBD la etiqueta: espacio de reflexión:

La otra sensación y preocupación que me queda (una vez más) luego de participar de espacios de reflexión como este, tiene que ver con la sospecha de que estamos viendo sólo la punta del iceberg.

Resulta sumamente interesante, con un poco más de distancia, leer el conjunto de posts que se ha publicado sobre el Rosario Blog Day 2008. Lo primero que uno podrí­a decir es que hubo muchos Rosario Blog Day superpuestos en el mismo y que no todos asistimos al mismo (¿la teorí­a de las cuerdas? ¿será esta una de las explicaciones posibles de los universos paralelos que conviven como las tajadas de un pan lactal sin intersectarse?).

Este pareciera ser, ni más ni menos, el fondo de la cuestión que nos plantea la Web 2.0. Cuando hablamos de diversidad cultural, de multiculturalidad (Garcí­a Canclini dixit), de heteroglosia en el modelo del discurso, estamos haciendo alusión precisamente a esto:

Un evento dedicado reune a un grupo de personas que tienen en común el objeto de la convocatoria, pero en la percepción que cada uno tiene de lo que allí­ sucede, se ve que —en realidad— lo que tienen en común es el hecho de sostener diferencias. Agunas de ellas abismales.

Fernando Arocena, repasa cada uno de los momentos del encuentro, subraya la importancia de incluir las mesa de TICs y Educación y deja asentadas sus diferencias con uno de los panelistas, respecto a los blogs colectivos y al ritmo recomendable de los posteos.

Fernanda Rubio, una de las organizadoras, hace una crónica despojada, sin entrar demasiado en honduras.

Pvncho Sanguineti y Julia Gutierrez, también organizadores, se preguntan acerca de las caracterí­sticas fenomenológicas del encuentro.

Franco Giménez pone el acento en la utilidad de estos encuentros para conocer personalmente a actores con los que ya trata virtualmente.

Horacio Bella pone el acento en la sensación de distancia que le produce un evento tecnológico en un lugar donde por desgracia no haya tanto contagio ni contagiados. Se nota claramente que no somos epicentro tecnológico ni innovador, estamos lejos de la producción y del negocio (sic).

Abby Ferrari hace un relato fresco y espontáneo. Confiesa que casi se duerme la mesa de educación, que lo único que registró de la presentación de Alvaro Liuzzi fue un error en una de las primeras placas de la presentación, y le interesaron las mesas de medios digitales y de marketing.

Yo escribí­, entre otras cosas, que esta mesa (la de management y marketing) representó, a mi criterio, al sector que más comprende el fenómeno del cambio cultural.

Sebas Paschmann, solamente dio cuenta de lo que sucedió en la mesa de la que participó y lo demás fue a parar al paraguas de el resto de los paneles también fueron muy interesantes.

En las antí­podas de este punto, a Mazcue, esta mesa le pareció spam, le aburrió la mesa de los medios digitales y concluyóque el RBD puede mejorar en mucho, principalmente abocándose en la presentación de mesas más relacionadas a los Blogs (sic).

Vale la pena recordar que (fí­sicamente, al menos) estaba en el mismo evento al que Julia calificaba como espacio de reflexión.

Para Collide (un fenómeno!), nada pudo igualar el hecho de que el RBD significó su debut como expositor.

Lo dicho. Por supuesto aquí no está toda la verdad ni están todos los relatos. También debo dejar a salvo que no se me escapa que en este recorte, habrí­a que cruzar estos dichos por lo menos con franjas etarias e intereses profesionales. Pero de todo eso trata la diversidad en la Web: de estar separados y convivir, de aprender a cultivar las superficies de contacto con lo diferente, para hacer más rica la mediación de nuestro mundo interior con el de afuera.

O para decirlo con las palabras de Juan Carlos, tan en lí­nea con sus dichos en la mesa del RBD: la realidad es mucho más rica que nuestras interpretaciones.