Pizzerí­as Google

Ayer hablábamos, con unas amigas, a propósito de esta nota de Enrique Dans, acerca del tema. Hoy una de ellas, Analí­a Ortega, me mandó este texto que circula por mail… Como siempre, en clave de humor se pueden explicar muchas cosas complejas.

— ¡Pizzerí­as Google, buenas noches, señor!
— ¿Pizzerí­as qué?
— Pizzerías Google, señor. ¿Cuál es su pedido?
— Pero… ¿este no era el teléfono de la Pizzeria La Muzza Inspiradora?
— Lo era, sí­ señor, pero Google compró la cadena de pizzerí­as, y ahora el servicio es más completo.
— Bueno, ¿Puede tomar mi pedido, por favor?
— Cómo no señor Gómez, ¿desea lo de siempre?
— ¿Lo de siempre? ¿Usted me conoce, sabe mi nombre?
— Claro es por el identificador de llamadas. De acuerdo con su número de teléfono, sabemos que las últimas 53 veces que llamó para hacer un pedido, solicitó pizza a los cuatro quesos y calabresa.
— Caramba, no me había dado cuenta! Quiero eso mismo …
— Señor, ¿puedo hacerle una sugerencia?
— Por supuesto. ¿Tiene pizzas nuevas en el menú?
— No, señor… pero me gustarí­a sugerirle la de ricota y la de rúcula.
— ¿Ricota? ¿Rúcula? ¡Noooooo! Odio estas cosas.
— Pero, señor, es bueno para su salud. Además, su colesterol no anda bien…
— ¿Queeeeeeé?
— Tenemos la información del laboratorio donde usted se hace sus exámenes. Cruzamos el nómero de teléfono con su nombre y vimos los resultados de sus pruebas de colesterol.
— No quiero pizza de queso con pasto. Para eso tomo mi remedio para el colesterol y como lo que quiero…
— Señor, lo siento, pero creo que usted no ha tomado su medicina últimamente.
— ¿Cómo lo sabe? ¿Ustedes están vigilándome todo el tiempo?
— Tenemos una base de datos con las farmacias de la ciudad. La última vez que compró su remedio para el colesterol fue hace 3 meses. Y la caja tiene 30 comprimidos.
— ¡La gran puta! Es cierto. ¿Cómo es que ustedes saben eso?
— Por su tarjeta de crédito…
— ¿Cóooooomo?
— Usted siempre compra sus remedios en la farmacia El Brebaje, que da descuentos si paga con tarjeta de crédito del banco Stangarc Bank. Según nuestra base de datos, ud. no registra gastos con la tarjeta en esa farmacia hace tres meses, pero sí­ la usa en otros comercios, lo que indica que no la ha extraviado.
— Ajá! Y no puede ser que yo pague en efectivo en la farmacia? A ver qué me decís…
— Usted le paga $900 mensuales en efectivo a su empleada doméstica y el resto de sus gastos los hace con tarjeta de débito o de crédito.
— ¿Cómo sabés lo que gana mi empleada?
— Por los descuentos jubilatorios, señor…
— ¡Váyanse a la mierda, che…!
— Señor, lo siento, pero todo está en mi pantalla. Tengo el deber de ayudarlo. Creo que usted debe reprogramar la consulta a la que faltó con su médico y llevarle los resultados de los exámenes que se hizo el mes pasado para que le ajuste la medicación.
— Mirá flaco. Estoy bastante podrido, de internet, de las computadoras, del siglo XXI, de la falta de privacidad, de las bases de datos, de ustedes y es más… Hasta de este paí­s !!…
— Pero, señor …
— ¡Basta! Me voy a ir, bien lejos de acá, al carajo si es necesario…, pero eso si ,donde no haya internet, ni computadoras, ni teléfonos celulares, ni gente que me vigile todo el tiempo!!!
— Entiendo…
— Voy a usar mi tarjeta de crédito por última vez , y esta vez va a ser para comprar un boleto de avión, para irme a la mierda!
— Bueno señor Gómez, no se ponga así…
— En cuanto a usted, puede cancelar mi pizza.
— Perfectamente. Se cancela. Una cosa más, señor …
— ¿Y ahora qué carajo querés?!!!
— Sr, le sugiero, si va a viajar, que lo haga dentro del Mercosur.
— ¿¿¿Cómo???, ¿y a vos que carajo te importa donde me voy?
— Es que su pasaporte está vencido hace 3 meses!…