Por-vocaciones
Hace 20 años, estar conectado con la tecnología significaba tener teléfono y fax. Hace diez años: tener Internet y correo electrónico. Hace apenas dos, cada vez que alguien escribía el acrónimo TICs tenía que aclarar lo que significaba. ¿Qué decir de la Web 2.0?… Todavía mucha gente ni siquiera se ha dado cuenta. La tecnología crece y se posiciona en términos de semanas. Demasiado vértigo para la procesadora cultural.
Sin embargo la Web 2.0 puso un matiz diferente: Le apuntó a la palabra y la sacó de su reposada costumbre de significante ¿De dónde vendrá la voz zaguán? Yo puedo explicar de dónde sale folksonomía, porque la vi nacer. O meme, aunque no comulgo demasiado con ella. Ni hablar de googlear, taggear o trollear, que son actividades divertidísimas. La palabra, ya se sabe, es una rama volcada en el río, y en cuanto uno tira de ella nunca sabe lo que trae consigo. Hace poco leí: (la informática) está tan rica como la tía buena esa del bar y encima me hace más caso.
Yo, como aquel otro, prefiero el tiempo al oro y la vida al sueño. Prefiero la palabra investida de significado, a la palabra obediente.
La informática aplicada a los desarrollos de la Web se fue volviendo casi exclusivamente palabra. Y eso, no pocas veces, arma con-fusiones como tormentas. Los nuevos ámbitos gramáticos son algoritmos que se escriben como sentencias, reglas y declaraciones. Con esa ayuda se ha terminado por convertir a Internet en una conversación: la Web 2.0. El lenguaje informático se ha vuelto amistoso y sencillo, en un intento por darle la palabra a quien tenga algo para decir. ¿Es que hay algo para decir? ¿Acaso el discurso dominante no nos quiere en el lugar de los idiotas útiles, que solamente piensan como consumidores insaciables y viven para eso? Demasiado vértigo para la procesadora cultural. Demasiada materia conceptual para digerir en una vida tan corta.
Los diez años de Campo Grupal son un buen pretexto para pensar alrededor de estas vocaciones. Se trata de configurar, como decía Ignacio Lewkowicz respecto al ejercicio de pensar en ámbitos donde sobreabunda la información: Pensar [hoy] es configurar todos los pensamientos que pasan por un punto. Ya no es el pensar de autor. Pero para poder pensar así es necesario un cambio de posición mental. Hay que abandonar el paradigma del cliente que paga para que lo atiendan y sustituirlo por el del usuario o el del hacedor.
Salirse de la posición pasiva de cliente que (pagando con dinero o no) espera siempre ser servido por el Gran Otro Dador (así, con mayúsculas, porque no hablo del vecino sino del proveedor, con toda su carga simbólica); requiere de un sujeto más dueño de si mismo, con capacidad y disposición para tomar decisiones un poco más autónomas, para trazarse un camino, unos objetivos, para esbozar una estrategia de abordaje y sostenerse en las dificultades que necesariamente van a aparecer en cuanto abandone el mapa y se interne en el territorio.
¿Será este el nuevo paradigma de la Educación? ¿Será lo que debamos aprender a hacer?
Para la segunda quincena de Julio estará en la calle el cuarto Cuaderno de Campo: Educación con TICs. La idea del proyecto editorial es escuchar a algunos de los actores que han logrado abrirse camino en nuestro país, con emprendimientos que enlazaron ambos términos, para intentar aprender cómo sobrevivieron, cómo esperan crecer, cómo piensan hoy frente a la adversidad.
El proyecto se complementa con un blog, que ya está en línea, donde esperamos continuar la conversación.
Simultáneamente con su aparición comenzaremos la primera edición del programa de capacitación virtual: De campamento en el Valle de la Web 2.0, destinado a profesionales y estudiantes del universo de las Ciencias Sociales.
Estructurado como un relato, el curso gira en torno a la metáfora de una actividad de campamento. Está dividido en dos niveles y su objetivo en el trayecto inicial, es preparar a los alumnos para abordar una experiencia de capacitación por el mundo de las TICs. Nivelados sus conocimientos, se les ofrece una aproximación al uso de herramientas colaborativas de la Web 2.0.
La segunda etapa se propone profundizar el recorrido de capacitación por el mundo de las herramientas colaborativas, haciendo foco en su carácter instrumental, ya que cualquier proceso de apropiación, como ha dicho Edith Litwin, requiere además deconstruir la idea de la inevitabilidad del cambio por el sólo efecto de las tecnologías.
publicado originalmente en el número 10º aniversario de Campo Grupal.
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