Sida y Fainá
Se encuentran dos tipos en la calle. Se preguntan cómo están. Uno dice que más o menos, su hermano tiene SIDA. El amigo apenado pregunta cómo lo atienden. El muchacho responde que tratan de darle apoyo, mucho amor, mucha comprensión, fainá. El amigo no entiende lo de la fainá, pero (por discreción) no pregunta.
Se saludan, se despiden. Dos meses después se encuentran de nuevo. El amigo le pregunta cómo sigue su hermano. El otro contesta —Mal, es una enfermedad espantosa. No nos queda otra que brindarle mucho apoyo, mucho amor, mucha comprensión, fainá —. Entonces, el amigo se anima, confiesa que no entiende por qué fainá. A lo que el otro responde: —Bueno, imaginate: es lo único que pasa por debajo de la puerta.
Marcelo Percia en el panel de apertura Realidades Psicosociales – Congreso EN TORNO A LO GRUPAL – Agosto de 2000.-
Ya lo creo, Seba… Lo importante sería empezar a tomar conciencia de lo que hacemos (o dejamos de hacer) para que ese dispositivo hipócrita del ser políticamente correcto, siga funcionando como lo hace.
Abrazo
Uf! Durísimo…
Saludos.