Siemens: Pedagogía con tecnología
En la columna de Fabio Tarasow, co-coordinador del PENT FLACSO comienza a esbozarse un tema interesante. Fabio se hace eco de un reciente post de George Siemens titulando con un versus entre pedagogía y tecnología.
Aparentemente, el académico canadiense plantea la duda acerca de si el punto de inserción en la educación ha de ser la pedagogía o la tecnología y eso supone una descalificación en masa de los pedagogos. No lo dice así exactamente, sino en un tono más provocativo. Probablemente Fabio también se suma a la provocación para fogonear un tema que resulta de abordaje complejo.
Espero que el debate propuesto se vuelva productivo porque su desarrollo implica discutir acerca de cómo vemos lo que hacemos cada uno de nosotros en materia educativa. Por esa razón quiero dejar también aquí mi pequeña contribución en aquel foro y, eventualmente, abrir otra línea de debate también en este espacio.
Para empezar, yo no me apuraría a rechazar sin conceder (dando vuelta una expresión que toma Fabio). Quiero decir: de lo único que me cuidaría es de cualquier atisbo de contestación corporativa (no se me escapa que estas expresiones van a caer gruesas a más de cuatro). El tema es lo suficientemente complejo y controvertido como para que una respuesta visceral (¿vestida de racional?) nos deje afuera de la posibilidad de aprender algo que no habíamos pensado.
Siemens no dice solamente que la pedagogía no puede ser el punto de partida para pensar la inclusión de la tecnología. Dice también: Context is. El contexto lo es. Y el contexto es una instancia anterior a la pedagogía y a la tecnología.
Aquí no hay solamente disyunciones polisémicas en los términos. Ni la pedagogía ni la tecnología son otra cosa que simples etiquetas si no están situadas. Es decir, si no incluyen una referencia que les dé articulación al contexto.
Lo que estamos aprendiendo, a partir de las nuevas prácticas que han empezado a desplegarse gracias al uso de TICs en la transmisión de conocimientos y en la experiencia de aprendizaje, es que lo anterior está desgarrado. Roto. Lo que teníamos como corpus metodológico, organizativo y curricular, está colapsado hace mucho tiempo. Quizás lo más importante que están haciendo las TICs aplicadas a la educación sea desnudar esta realidad.
Muchos de nuestros pibes reales se apropian de los celulares, como hace algunos años lo hacían con las zapatillas de marca, como íconos de inclusión social. Eso les permite sostenerse creyendo que forman parte de un mundo que en lo económico y social los ningunea desde hace mucho tiempo. El valor simbólico que también portan las TICs es un aspecto que no puede ser desconocido en un debate de este tipo. Y es puro contexto. Me pregunto ¿podríamos hablar aquí de apropiación de la tecnología o deberíamos decir que la apropiación se produce sobre un objeto tecnológico investido de valor simbólico? ¿Dónde está el límite? ¿Cómo responder esta cuestión en abstracto sin mirar detalladamente el contexto específico? Finalmente, como pedagogos ¿qué deberíamos hacer en esta situación? ¿Negarla simplemente porque el objeto tecnológico ancló primero en el interés del pibe?
Me parece que el desafío para nosotros es también empezar a pensar en términos de oportunidades, no solamente para el aprendizaje, sino hacia la enseñanza. Este camino nos aleja de los moldes (modelos) para pensar diferentes abordajes, haciendo más foco en la situación y no tanto en lo que dice la regla. Acaso haya llegado la hora en que nos toque innovar a nosotros. Lo que creo, con profunda convicción, es que necesitamos, como decía Ignacio Lewkowicz, pensar cada cosa, en cada situación concreta. Los modelos generalistas que teníamos para pensar las cosas, ya no nos están sirviendo.
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Saludos Martín! Qué interesante lo que decís. La innovación es todavía un concepto extraño para la mayoría de nuestros docentes. Me parece que esta situación también nos compromete, a los que de una u otra manera empezamos a cruzar esa barrera, a ser prolijamente didácticos a la hora de mostrar las diferencias entre una y otra posibilidad. La tecnofobia es un bicho irascible que se siente atacado por default. Por ahí, para mucha gente, innovar signifique simplemente optar por abandonar lo tradicional en cuanto a metodologías. Este también es un componente de la brecha digital o de la distancia lingüística y cultural. Quiero decir: también necesitamos pensar la innovación como una práctica situada.
Trabajando y pensando para qué podría servir Facebook, se me ocurrió pensar algo similar. El punto es el de la conclusión del artículo: innova quien enseña más allá de cualquier modelo. Encontré con sorpresa que podría crear instancias de enseñanza a través de Facebook, del mismo modo que con la mejor plataforma del mundo. Context is, y la innovación de quien enseña… sin dudas. Y por supuesto esto es un problema para un paradigma en el que todo es predictivo y por lo tanto dependiente de un modelo único. El tiempo dará la sentencia.