Sobre hablar preguntando
Hay ciertos chispazos, en algunas situaciones, donde se recupera todo el sentido que está a veces disperso y entremezclado con las dificultades propias de la gestión de algo. De pronto se enciende la luz y es posible retomar el registro del camino que venimos transitando. La enseñanza es un ejemplo de eso. Por momentos resulta una tarea agotadora y uno siente que está a punto de desbordarse, hasta que algo o alguien te devuelve algo que muestra el resultado exacto que produce en él lo que estás haciendo.
En el post anterior intercambiamos algunos comentarios con Nora, una de las participantes del Programa De campamento hacia el el Valle de la Web 2.0. Aquel relato no estaría completo sin esta reflexión que nos obsequió Nora como conclusión del foro al que hacíamos referencia:
La idea de hablar preguntando (o escribir preguntando) nos ayuda a pensar preguntándonos… un pensar mucho más abierto, creativo y propicio para pescar lo que escapa al encuadre tradicional. Estamos tan acostumbrados a definir y a trasmitir ideas dando por sentadas (literalmente) tantas cosas que cambiar el punto de mira, y reemplazar la aseveración por la pregunta, es como abandonar la silla de la comodidad para salir a caminar descubriendo nuevos aspectos del mundo. Gracias, Gabriela y Daniel, por diseñar esta actividad que me ayudó a pescar este pensamiento. Lo único que me costó fue darme cuenta que tenía que responder a los otros… Otra vez, aprender que también es posible intercambiar preguntas y que el encadenamiento pregunta /respuesta no es la única forma posible de conectarnos.