Un culo tan turbulento e intempestivo que va llevando a su amo a la muerte

Cuando quiere ilustrar el carácter omnipotente de la voluntad, San Agustín alega haber visto a alguien capaz de mandar a su trasero echar pedos siempre que quería, y al glosar Vives este pasaje, lo adorna con otro ejemplo de su época, refiriéndose a unos pedos organizados según la entonación y el ritmo de los versos que le recitaban. Esto no supone, sin embargo, que este órgano obedezca tan sencillamente porque, normalmente, es más indiscreto y tumultuoso. Yo conozco además un culo tan turbulento e intempestivo que lleva cuarenta años obligando a su amo a echar vientos sin retomar aliento, como una obligación constante e irremitente, que lo va llevando así a la muerte.

Ensayos. Tomo 1 [Capítulo XXI – De la fuerza de la imaginación ] Michel de Montaigne (1533-1592)